Manuela Pacheco y Manuel trujillo, campesina y campesino, enfrentarán el día martes 19 de enero de 2016 una audiencia de juzgamiento sobre supuesto delito de «terrorismo organizado». Esto será en el Tribunal de Garantías Penales de Guaranda a las 9h00.
Manuela y Manuel habitan en la comunidad de San Pablo de Amalí, parroquia San José del Tambo, cantón Chillanes, provincia Bolívar. A Manuel Trujillo la defensa de la naturaleza y el derecho a una vida digna de la comunidad lo ha enfrentado a la Policía, militares y autoridades que lo han judicializado por 42 ocasiones bajo cargos que van desde actos de violencia, destrucción de bienes, sabotaje, terrorismo y rebelión.
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Manuela Narcisa Pacheco Zapata de 47 años es una de las habitantes de la comunidad que resistió junto a otros comuneros los atropellos sufridos por la fuerza policial y militar que ingresó a la comunidad en el año 2012. Ellos custodiaban al personal de la Hidroeléctrica Hidrotambo S.A.
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Según lo estipulado en el Código Orgánico Integral Penal, el supuesto delito de terrorismo organizado tiene una pena de 4 a 8 años de cárcel. Tanto Manuela y Manuel aseguran que desde que llegó Hidrotambo terminaron con sus vidas. Por eso dicen ser «muertos en vida». «Soy un cadáver viviente» dice con firmeza Manuel.
Lo único que han hecho es rechazar la presencia de la Hidroeléctrica porque causa afectaciones a la naturaleza y a los derechos humanos. Por eso la señora Manuela dice que no sabe qué delito ha cometido, ni las razones por la que le acusan de terrorismo, «solo por haber dicho que Dios ha dejado el agua para todo ser viviente y no solo para 4 (cuatro) millonarios», «mi único delito es trabajar en el mercado para sobrevivir«, Manuela Pacheco.
A manera de opinión, una ciudadana dice que «solo en Ecuador organizarse y defender el agua y la tierra es ‘terrorismo organizado'».
