Una comitiva integrada por miembros del Consejo de Gobierno de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador-CONAIE y la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana-Confeniae visitaron Nankints durante el feriado de carnaval en Ecuador para constatar la realidad por la que atraviesan los Shuar y mestizos que son afectados por la presencia minera en el sector.
La instalación del campameno minero La Esperanza de la empresa minera EXSA trajo consigo enfrentamiento, desplazamiento, militarización y otras consecuencias que afectan la integridad de los habitantes en la zona.
Por parte del Gobierno de Rafael Correa ha intentado opacar las realidades de las comunidades victimizándose y no asumiendo responsablemente su administración, según voceros de la visita. Quienes se llevan la peor parte de las consecuencias de la explotación minera son mujeres, niños y niñas, afirman.
A continuación se cita las «gravísimas afectaciones a los Derechos Humanos» de los comuneros de cuatro centros Shuar y comunicado emitido por la organización.
- Un (1) comunero gravemente herido con quemaduras de tercer grado producto de bombas incendiarias de fabricación industrial plantadas por el ejército en la comunidad Tsuntsuim (todavía sin atención médica)
- Un (1) comunero herido con bala de alto calibre por parte del ejército (recuperado tras dos meses de sanación con medicina ancestral)
- Decenas de bombas incendiarias de fabricación industrial colocadas por el ejército en casas y fincas de la comunidad Tsuntsuim
- Treinta y cinco (35) familias y ciento cincuenta (150) personas desplazadas en la comunidad Tink (aún no cuantificado el número total de desplazados en otras zonas)
- Cuatro (4) centros Shuar directamente afectados con desplazamiento forzado tras la completa militarización de sus territorios: Nankints, Tsuntsuim, San Pedro, Kutukus.
- Más de ocheinta (80) niños, mujeres embarazadas, bebés y ancianos afectados psicológicamente por la pérdida de sus casas, cultivos, animales domésticos y la salida forzada de sus tierras producto de la invasión militar a sus comunidades.
- Más de sesenta (60) niños, niñas y adolescentes en edad escolar no han tenido acceso a la educación en sus respectivos establecimientos.
- Cuarenta (40) líderes locales perseguidos y más de sesenta (60) criminalizados a nivel de la Amazonía por el caso Nankints.
- Más de quince (15) centros Shuar sufren impactos directos de la mega minería en las 41.700 hectáreas que abarca el proyecto minero San Carlos Panantza.
Los comuneros no tienen garantías para regresar a sus comunidades y la situación de calamidad y hacinamiento está vigente sin que desde el estado se haya hecho el menor intento de dar solución a un conflicto que persiste por la incapacidad del régimen para entender que el tema de fondo entorno a la conflictividad en territorio Shuar radica justamente en la mega minería en el sur oriente ecuatoriano.
Ante estos hechos irrefutables exigimos determinantemente al gobierno ecuatoriano que reconozca los hechos y no oculte el gravisimo atentado contra los derechos humanos del pueblo Shuar, 2 meses de Estado de Excepción sólo han justificado la militarización del territorio con la profunda afectación a los derechos colectivos de los pueblos y nacionalidades.
Exigimos la desmilitarización total del territorio Shuar y la reparación de los daños causados por la acción inconsciente de las fuerzas armadas bajo las órdenes del estado ecuatoriano, único y directo responsable de la violencia que supuestamente rechaza pero que al contrario ha generado al militarizar el territorio Shuar.
Exhortamos a los organismos nacionales e internacionales derechos humanos a velar por el resarcimiento de los derechos vulnerados del pueblo Shuar y a las organizaciones sociales, opinión pública y comunidad en general a sumarse en acciones de solidaridad ante los atropellos cometidos.
Consejos de Gobierno de Confeniae y Conaie
Compartimos fotografías emitida por la comitiva