Estado de emergencia Nacional al Sector Agropecuario especialmente en el sector lechero es el planteamiento y pedido principal de las comunidades campesinas e indígenas, debido a la crisis que enfrentan en las provincias de: Pichincha, Cotopaxi, Imbabura, Azuay, Cañar, Tungurahua y Chimborazo.
La situación de los productores es crítica debido a que los intermediarios llegan a ofrecer hasta 5 centavos por litro de leche cuando los costos de producción sobrepasan en muchos de los casos hasta los 40 centavos.
Los pequeños productores agropecuarios atraviesan la crisis en el sector. Además, tienen que pagar varios impuestos como el 5% de Impuesto a la Salida de Divisas (importación de insumos), Impuesto Predial, Fomento Ambiental, Impuesto a vehículos motorizados, Sobretasas Arancelarias, Impuesto al Valor Agregado, Patente Municipal, Impuesto a los Consumos Especiales, Impuesto a las Tierras y el Impuesto a la Renta.
El descuido por parte del Estado no es solamente en el sector lechero del país, si no también los pequeños y medianos productores que son indígenas y campesinos que no tienen acceso a los micro créditos que les posibiliten mejorar las inversiones para generar mayor productividad.
El descontento de varios sectores cada vez crece. Mientras, las grandes transnacionales tienen ciertos privilegios. A esto se suma la firma del Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea, mismo que beneficia a las grandes industrias y perjudica a las pequeñas industrias, más aún al campo, al campesinado y al indígena.
Según miembros del sector afectado señalaron que es lamentable que a pesar de las circunstancias, los Asambleístas de la Comisión de Soberanía Alimentaria, parte de Alianza País; los Ministros de MAGAP, MIPRO y Agrocalidad pretendan convencer mediante discursos que no existe una crisis agropecuaria y menos una crisis lechera.